Los orígenes de Casas Ibáñez se remontan a la Edad de Bronce donde se han encontrado asentamientos en la hoya Gualí. También se han encontrado asentamientos en la zona de Abengibre de la época ibérica, pero en la época árabe hay indicios de que esta zona estaba poco poblada.
A finales del siglo XIV y principios del XV las tierras de esta comarca se encontraban dentro del Señorío de Villena, que comprendía Chinchilla, Jorquera, Alcalá del Río y Veas.
Históricamente Casas Ibáñez fue aldea de la Villa de Jorquera formando parte de su llamado “Estado”; un territorio que en el siglo XV no se integró como realengo en época de los Reyes Católicos y siguió siendo de señorío de los marqueses de Villena hasta la generalización de los decretos liberales del siglo XIX.
Pese a que desde el siglo XVI Casas Ibáñez ya era un núcleo urbano floreciente (podría relacionarse con la construcción de la iglesia. Además también se empezó a construir la ermita de la Virgen de la Cabeza hacia el año 1683 por el arquitecto Juan Ruiz de Ris), no alcanzó su autonomía municipal hasta 1833 cuando se creó la provincia de Albacete y Casas Ibáñez pasa a ser cabecera de partido, convirtiéndose en el núcleo de población de mayor peso, a la vez que Jorquera va perdiendo su poder.
Es, en esa centuria, cuando su territorio será marco de los conflictos carlistas del momento en su paso del Levante a la Mesta.
A partir de la Restauración, en 1875, destaca la familia Ochando. Uno de los representantes notables es D. Federico Ochando Chumillas (1848-1929), Capitán General, senador y diputado en distintas legislaturas. La familia Ochando ejerció una gran influencia en todas las tierras limítrofes, realizándose bajo su gestión importantes obras públicas.
El símbolo más representativo de Casas Ibáñez y que se refleja en su escudo, es un monumento en forma de columna rematado con un capitel piramidal que fue levantado como homenaje del pueblo al general Valdés por su auxilio durante el acoso de las tropas carlistas durante la batalla de los campos de Serradiel.
Casas Ibáñez es cuna de Bonifacio Sotos, uno de los creadores del Esperanto.