Cerro San Jorge
El único montículo que sobresale de la planicie donde se ubica Casas Ibáñez es el conocido Cerro San Jorge, al sureste de la localidad, con 707 metros de altura, de propiedad municipal y donde hoy se encuentra las antenas de telecomunicaciones, el punto geodésico y uno de los depósitos de agua con los que cuenta la población.
Sirve también para el recreo de la ciudadanía, ya que dista del núcleo urbano apenas dos kilómetros y es un recorrido circular para los paseantes; también tiene un gran atractivo para ciclistas pues cuenta con innumerables sendas y las bajadas del llamado “circuito de la bala” son todo un deporte de alto riesgo, al menos para los chiquillos.
Este paraje recibe dicho nombre al ser donde hacían sus prácticas de tiro la Guardia Civil, de hecho, incrustadas en la roca y arena aún hoy se pueden encontrar los balines.
En el Cerro San Jorge se encuentran la Cueva de la Mora y El Tacón del Moro, que como se puede imaginar ambos parajes tienen su leyenda, lo que hay de cierto en ellos es que como recodo en la piedra sirvieron para el resguardo de pastores.
Cuenta la historia que en 1622 en la cima del Cerro San Jorge, llamado en aquel entonces Alto de las Cabezas, se levantó una ermita para aliviar la desatención religiosa del vecindario ibañés ya que a comienzos del siglo XVII solamente había dos parroquias donde acudir para recibir los sacramentos, una la de Jorquera y otra la de Alcalá del Río Júcar. Conocedor de esta situación de abandono, el obispo de la Diócesis de Cartagena, el franciscano fray Antonio Trejo de Monroy, solicitó la instalación de su orden por dichos lares. El despoblamiento de las zonas de la ribera se aprovechó por dicha orden para construir una ermita entre Serradiel y Casas Ibáñez, dando respuesta al vecindario de la meseta albaceteña. El ermitorio era muy sencillo, de una sola nave de diez por cuatro metros al que se añadía un atrio de dos por cuatro metros. Sobre él quedaba la espadaña donde se alojaba una humilde campana.
El traslado del vecindario a la localidad de Casas Ibáñez y con ello la construcción de la iglesia parroquial hizo que la ermita en honor a San Jorge dejara de tener culto y fue desacralizada y demolida a finales de 1791. Hoy son imperceptibles sus ruinas.
Fuente: La ermita de San Jorge de Casas Ibáñez, de Almendros Toledo. Publicado en el libro de la Feria y Fiestas de 2017.